• La diligencia en registrar y conservar los medios de prueba aumenta las posibilidades de éxito en sede judicial o administrativa.
• Quien alega la existencia de un hecho en vía judicial o administrativa tiene la carga de probarlo.
• La administración fiscal tiene la obligación de probar los hechos que invoca como generadores de un tributo o infracción tributaria.
• El principal papel en materia probatoria no es el abogado litigante sino de la parte que tuvo contacto directo con los hechos que se quieren probar.
• La falta de prueba o su insuficiencia fortalece la posición de la contraparte.
• Es importante que quien sea parte en una relación jurídica registre y conserve los diversos hechos con trascendencia jurídica relativos a tal relacionamiento.
La prueba es de una importancia vital para las partes en el proceso, pues de la fuerza convictica que tenga la prueba que ofrezcan las partes, dependerá el resultado del juicio. El proceso es una contienda entre dos posiciones que generalmente no solo están sustentadas en la interpretación de normas jurídicas, sino en afirmaciones sobre la existencia de ciertos hechos históricos (por ejemplo, “me debe dinero”, “el trabajador no hizo horas extras”). Estos hechos son desconocidos para el juez, quien para resolver el conflicto y decidir si el actor tiene un interés jurídico protegido, debe llegar a la razonable convicción de cómo ocurrieron los hechos que las partes invocan en el juicio.
En nuestro derecho procesal no penal, son las partes las que deben “acercarle” al juez las pruebas sobre la verdad de sus afirmaciones, la parte que no logra probar sus afirmaciones, no lograra persuadir al juez sobre la verosimilitud de ellas y por ende no obtendrá una sentencia satisfactoria a su interés. El que mejor pueda probar sus afirmaciones será el vencedor en el pleito.
Fuente: KPMG http://www.kpmg.com